" Cuántos ciegos serán precisos para hacer una ceguera" (José Saramago)
El día que esta niebla oscura no sea más que luz en mis ojos, celebraré lo
que ocurre por donde vaya pasando la vida, lloraré o clamaré por todo lo que no
he visto y ahora toma forma en mi retina. Las cataratas son la cortina que
durante tiempo, va cerrando tu percepción del color, la forma, el dolor, la
vida y el tiempo. Dicen que finaliza el año y que se viene otro. Nunca me ha
preocupado este suceso, ni los años, pero sí mi vista cada vez más escasa, en
unos ojos cada vez más cerrados. Ahora creo que no veo nada. O todo se me ha
hecho más oscuro. Cuando me duele algo en el alma, me suele pasar que veo menos. Presumo que otro puente se ha hundido entre los hombres, convirtiéndose en
una nueva trinchera, otro frente de invisibles enemigos. Esto va a ser otra
nueva epidemia de ceguera, la que narraba Saramago en su novela. Aunque es
diferente, allí nadie veía pero se organizaban entre las tinieblas y de su
interior sacaban los más bajos instintos que envilecían más al hombre. Yo hasta
ayer tenía amigos, mañana tal vez ya no los encuentre, que los mire y no me vean,
se crucen de acera para no tropezarse, lo que ayer eran parabienes y
coincidencias, hoy además de miopía, es
silencio.
Cuando veía, creo que nunca vi, me parece que el hombre a la par que
levantaba puentes, a poco de hacerlos, los hundía. Penélope tejiendo lo que de
noche destejía. El mundo no tiene remedio, ciudades enteras levantadas en un tiempo record, despobladas se quedaban como
museos de cementerios sin muertos. Y sin embargo recuerdo haber visto
monumentos, pinturas, obras de arte conservadas en la penumbra de los tiempos.
Ayer todo eran fortalezas. Hoy castillo de naipes a poco que sople el viento.
Tranvías a ningún sitio, aeropuertos sin alas, campos de golf sin agua. Esto
nos deja el año…el sexto de un apocalipsis sin término. La vida se marchita en
salobres aguas pantanosas, pestilentes mientras dure esta epidemia de la
ceguera.
No era pasajero, no, esta epidemia que enferma al hombre es endémica, las
fuentes de las que bebemos han sido contaminadas con el elixir de la soberbia,
la ausencia de luz en la naturaleza, se ha convertido en una monstruosa selva
de depredación y exterminio. Sofisticados refinamientos, para no dejar huellas
en Auschwitz. Estos ojos que solo ven pensamientos únicos, poder,
avaricia, egoísmo, estos dioses
modernos que destruyen y ciegan, desoyendo al sabio, a la ciencia, la cultura y
la conciencia que te habla por dentro.
Abre los ojos, me dijo el otro día un sabio a la puerta de mí casa, abre
los ojos aunque no veas, sígueme y camina. Lo seguí a tientas, tropezando las
más de las veces, por el camino que mi oído me decía que el sabio transitaba.
Escuchaba su voz cadenciosa y suave, sin estridencias, con cierta melodía, mira
esta planta a tu camino, es trigo y todo lo que no ves en cientos de kilómetros
a la redonda, más trigo. Todos esos árboles y arbustos que tocas para apoyarte,
están cargados de frutos, esos mugidos
que oyes son vacas con las ubres bien cargadas de leche. ¿Escuchas? Sí es agua,
un manantial sin fin de agua en la que si gustas, extiende tu mano, lava tus
ojos, bebe y sáciate. Luego abre los ojos.
Entonces vi el color y la forma de
la vida. Mis ojos veían. Veían trigo, leche, agua, frutos y el sabio comentaba:
Hay para todos los que quieren ver. Comprendí de inmediato. Todo cuanto en
aquel paseo contemplaba, era suficiente para evitar el hambre del mundo, las
necesidades del hombre en su vida. Solo, no lo hubiera visto, necesité de un
sabio que me lo hiciera ver, lo que allí delante de nuestra vista existía,
desde el inicio de la tierra.
Desde entonces sueño cada vez que el año termina que el hombre un día encontrará al sabio que lleva dentro y se apartará del ruido
de la ciudad maldita para contemplar un mundo sin barreras, sin fronteras, verde,
saludable, trabajando, alimentado y saciando necesidades de los que otros necesitan.
Por eso cuando comience el nuevo año, mi frase y mi deseo, lo que pediré a
2015 será ABRE LOS OJOS Y MIRA EL MUNDO, VÍVELO DE TAL MANERA, QUE MEREZCA LA PENA RECORDAR.
Hasta el próximo año amigos, que seáis felices.
La nota de humor:
Hasta el próximo año amigos, que seáis felices.
La nota de humor: