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miércoles, 29 de octubre de 2014

De vivos y muertos


Y el dolor del tránsito se hizo dinero. Nunca sabré si en el duelo de mi hermano, son más lágrimas por su pérdida, por la ruina de incinerarlo o pagando un rodal en campo santo. Vivimos de muchos pensados supuestos. Como todos los que hace mi amigo el Gilo, no es que los viva él, es que casi todo lo supuesto, somete a debate. Pocos lo entienden más que incondicionales "amigos". Un día mi amigo Pepe, dejó de leerlo hasta otro día. Yo lo leo entre líneas y adivino hasta el punto de perdonarle, pedirme un cuestionario para tratarnos un poco más amigos pero sin comillas....Pero no hablaba de vivos sino de muertos. 
Cada año por estas fechas, los caminos a campo santo se pueblan de mujeres y hombres asidos a sus ramos de flores y útiles para limpiar la efímera morada de sus seres más queridos. Cada año, por noviembre; se nos presenta a la muerte como algo cierto, ahora que se tiende a esconder el duelo, de nuestras vidas cotidianas, en sofisticados tanatorios a la par, que por veinticuatros horas convertirnos en protagonistas del que se ha ido, gafas oscuras, trajes negros. Los tiempos cambian, los rituales también, los sentimientos no. ¡La pena es que del dolor, se haga un negocio! 


Aunque los duelos con pan, son menos, parece que son buñuelos y huesos de santo, más propio para tal fin por Santos y Finados. El muerto al hoyo y el vivo al bollo. 
Nada de lo hasta ahora escrito, tiene más fin que escribir de algo tan sabido, de la vida o muerte, siempre tan llevados y traídos, que parece que nos va la vida en ello. En realidad me estoy preguntando por los vivos que viven y sienten, que ansían y quieren. Qué ansían y quieren o si aman. Me sorprende tanta poesía amorosa, cuando tan escaso de amor andamos. Y es que no se anda, se siente. Ésta quizás sea mi propia respuesta, dime de lo qué hablamos y me contestaré, qué me me falta. 
Cada año por estas fechas recordamos al ser querido. ¿Querido o amado? No oculto que a veces tengo prontos de añoranza, sin encontrar respuesta. Quise pero a mi manera, quiero a mi manera. Cada uno como sabe o quiere, lo peor es que creo que nunca supimos qué es querer amando, vivir amando, morir amando. Controversias de mi mente, condicionada por una vida que más que amar, quiere, más que darse, recibe. Esperando recibir sin darte, un día todo será más que una mera mercancía. Llevarán flores, trajes negros y gafas oscuras. 




Recuerdos de una fábula de un burrito, tan bueno, tan noble, que murió muerto de hambre, cuando todos corrían con cebada para llevarla a su ya, gélida boca. 
Lo peor de todo lo escrito es que cada día que amanece, siento que no amé, solo quise, con quién hablo a solas, con todos los que me amaron y yo solo quise. Ya son más los que se fueron que los que quedan. Simplemente yo en puesto de espera. Si quedara tiempo de arreglar esto…Si yo pudiera. La luna y noche espera larga para hablar entre la vida y ellos. Los míos. El mundo y a todos los que se fueron amando. 
De los muertos no se siente pena, sino de los vivos que tanto son capaces de odiar.

Hasta la próxima entrada hermanos, que seáis felices.

La nota de humor:



sábado, 25 de octubre de 2014

Aura de amor y muerte.

Cuántas cosas nos han robado. Los besos prohibidos, esos libros que no pude, esos deseos reprimidos. Estamos aquí, con un sol que sigue alumbrando, trescientos días al año; una luna que tres semanas sí y una para ella, alumbrando besos que no pudieron ser durante el día.
El tiempo, el amor, el otro que soy tú y yo. Qué simple es todo, qué intenso sin embargo. Doblegados por el olvido, amenazados por lo urdido, sin aliento a veces, otras valientes, sin horizonte más que el otro y tú.
Que la vida se va, lo veo y qué más da, si nos la han ido quitando hoy un poco, mañana más.
Qué cuento, qué digo, si la vida es breve, aunque eternas mis breves palabras, tus eternos besos sé, los tendré  por siempre en mis labios.

No hay edad para la vida ni para la muerte. Edad es el tiempo de amar mientras tus labios me quieran seguir besando, más allá de estancias y tránsitos.
Inmensa levedad lo que atrás se queda. Memoria, recuerdo, olvido. Tan breve como intenso ahora que ya estoy muerto.
Esta luz inmensa que me deslumbra, en ese túnel sin fin por el que deambulo etéreo, ese vivir que no vivo, recorriendo una vía sin paradas, ni estaciones...sin trompetas que anuncien paraísos, sin ruidos más que el silencio de tu silencio, que aún percibo. Solo recuerdo en la nada, rostros imaginados humanos, otros ni eso. 

Salido del túnel, no era vía el camino, ascendía flotando en aire calma o sin aire, no evoco. Veía, mejor no veía, sentía un beso, no me preguntes dónde, que no había cuerpo, ni boca ni labios. Solo sentía un beso.
Silencio, sereno, sin peso ni pesar alguno, en algún lugar, sin sol ni luna ni estrellas, tal vez un led más potente que ellos, mis ojos, sí los había, cerrados en calma traspasaban claridad y no era vida. Tampoco pensaba, solo sentía la calidez de un beso.
Me quedé ahí no sé por cuánto tiempo. Flotaba. No me sentía. No extrañaba, no decía, solo la dulce sensación de un permanente beso.
Escrito en aura de amor, que tampoco invoco al no saber si escribo despierto o en un algún sueño de esta vida que siempre imagino con besos. 
  

Que seáis felices hermanos, hasta la próxima semana.  

La nota de humor:


miércoles, 22 de octubre de 2014

Todo lo que ocurre es por algo


Y pasó, que llegué a mayor, un joven mayor, un niño en un mayor, una vida prensada en pocos años, muchos años en muy poca vida. Todo lo que ocurre es por algo; yo solo sé que he llegado. Por deseado se me urdió con los más frescos mimbres, buscados y trenzados en noches de canícula amorosa, el deseo de un varón. En una cómoda pobreza, aquella casa empedrada y de paredes recias de barro y paja, sería testigo del fruto que por primavera nació. El olor a polvo de talco y las colonias de nenuco, impregnaron para siempre mi olfato de vida recién nacida. Pero no sé cuándo. Al escribir mayor, quería decir viejo, si me lee un nacido, una década después que yo.
Y ahora que llegué a mayor, solo necesito de esta ventana para pintaros lo que no sé explicar, un lugar, palabras con color, sonidos que languidecen, personajes que ya no están. Una época más medieval que moderna, Asomarme a esta ventana significa tal vez, buscar mi identidad que no tuve tiempo de conocer, la muerte o quién sabe si reescribir mi vida.



De escasas mimbres, nació la luz de la cultura en un pueblo rodeado de huertas y olivares. Mucho hubo que trabajar el maestro en la escuela para saber que alsina no era un autobús sino el nombre de la empresa, que "cucha" era escucha o mira y que haiga era haya. Baldío trabajo del maestro, cuando con dolor aún sigo escuchándolas, sesenta años después. La cultura era cosa del cura, el maestro y el médico. El escribano del Ayuntamiento, nos parecía que sabía de letras también. Unos años después comprobaría que solo era apariencia. La literatura era oral, transmitida de abuelos a nietos y otra más popular en forma de cancioneros de sucesos espeluznantes, cantada entre esquina y esquina de la calle. Cultura sí que había, pero no en la que estás pensando. Los animales domésticos vivían como uno más en la casa, los perros o los gatos, sí pero si eran los tuyos. Las haciendas diarias de hombres y mujeres esas sí que eran orfebrería. Los hombres en sus huertas y olivares no eran productivos, como ahora se diría, eran artesanos. Las mujeres eran finas orífices de cuánto aprendían. Códigos que por costumbre y sin palabras, entendías, bastaba escuchar el ritmo con que sonaban las campanas.
Entre la edad media y mitad de siglo pasado, hay menos cambio que desde entonces hasta el día de hoy.
Pude asimilar tanto cambio en tan poco. De esos repentes, este sarpullido de nostalgia que me asalta, recordando quién era y quién soy ahora, si soy más feliz hoy o antes.
¡Ay del amor entonces! Amor claro que sí, pero de qué manera. A poco de ser púber, incluso antes, en mi caso, sentí las mariposas revolotear dentro de mí y por estar con un ángel, viví sin vivir en mí por ella, cariño nacido, una noche de verano, en la "academia" dónde los niños imitábamos a los mayores que al lado, detrás de una valla, cómo se acercaban se tomaban y bailaban. Así, apretadas nuestras manos, fuerte muy fuerte, apretadas muy apretadas, nos dimos el primer beso en nuestras mejillas. Contada esta anécdota, a partir de la pubertad, hombres y mujeres seríamos casaderos y candidatos a la conveniencia de ser el mejor partido. La inocencia si nos quedaba hasta entonces, estaba a merced de la perversión que ya imaginábamos.


Y sin embargo, no todo lo que ha venido después ha sido más bonito, ni todo lo pasado fue peor. Ahora comprenderás mi insistencia en recuerdos que son tan distintos a los tuyos. Cómo no buscar mi identidad, buscando en el pasado para encontrarme con él y enamorarme del futuro. 
En esta ventana  leo, poetizar en el amor y desamor, narrar cosas imaginadas, escribir con palabras aún no registradas en mi interior, las admiro y me embelesan unas; otras me emocionan. No todo, intuyo, que es bueno pero siempre mejor que "lucía en el cielo una estrella que se llamaba Lucía", ripio que emorado yo, ensayaba para escribir algo bonito a mi amada. Esta ventana que te decía, es una galaxia en expansión que me catapulta al futuro, que es el tuyo y el mío, mientras siga viviendo en esta casa de letras, que se hizo porque las cosas ocurren por algo. Y lo que no ocurre también.
Hasta la próxima entrada. Que seáis felices hermanos.

La nota de humor:




martes, 14 de octubre de 2014

Entre zozobra y esperanza


José Luis San Pedro, nos decía que poner el dinero como bien supremo, nos conduce a la catástrofe. Esta frase me ha venido martilleando estos días en la que por momentos he olfateado en el ambiente un cierto olor a podrido. Vientos apocalípticos, oliendo a muerte. Esta España nuestra, desvalida y recortada, está exangüe, perpleja e indignada de la carga que le ha sobrevenido. Es el diezmo a pagar por haber vivido arrodillados y rezando tantos años, al dios don dinero. No hay castigos divinos, solo deudas que pagar. Se hizo añicos el espejo donde todos al vernos, nos veíamos ricos y guapos. El espejo recompuesto, ahora solo es un puzle incompleto de gestos rotos, pesarosos y arrugados. Al levantar la alfombra, descubrimos toda la suciedad barrida y escondida a nuestros pies. Dudamos si seguir tirando. Tanto tiempo mirando hacia otro lado.


Del pasado he aprendido que la indiferencia y la pasividad son colaboradores necesarios previos a la catástrofe. Pero pienso que el peligro siempre está unido a la esperanza. Por más que el virus del ébola se nos venga más mortal que nunca. Octubre llegó cargado de nubarrones amenazantes. Entre atónito y expectante, contemplo un debate a garrotazos entre los míos, por averiguar de quién es la culpa si del muerto o del reo, pero por si acaso a la horca con el perro. Somos así, cainitas, muerto el perro, murió la rabia. Mucho me temo que pasado el duelo, el muerto seguirá muerto y el vivo volverá al bollo. Y no es eso. El termómetro se pone para medir la fiebre, saber que nos pasa, el antibiótico para cortar la infección. Este protocolo de vida socialmente sana, individualmente decente, debiera estar en práctica ya, en vez de seguir demonizando a diestro y siniestro garrote en mano para el que lleve la contraria.
Esta tradicional costumbre de resbalar en la calle y preguntar, quién ha sido el culpable, nos muestra una sociedad poco dada al análisis de lo ocurrido, a la autocrítica de nuestros errores, la búsqueda de las soluciones, sabiendo que nuestras actuaciones siempre tienen consecuencias. Si son públicas, más.
Esta cómoda modorra que al saciar nuestro deseo inmediato, nos adormece y distrae. Esta noticia de la anécdota que nos oculta la realidad, la pereza que sentimos en pensar, porque eso es "filosofar", son prácticas que nos hacen seres pasivos e indiferentes, vulnerables al poder supremo del dinero, de quienes lo controlan y de sus consecuencias que terminan siendo catastróficas. Es preciso tomar el control de nuestra conciencia, de nuestro pensamiento y de nuestras vidas. Hace no muchos años, apenas unas décadas atrás, el pueblo alemán se dejó arrastrar por un iluminado, provocando la mayor tragedia del mundo contemporáneo.


La crisis actual ha puesto de manifiesto estructuras socioeconómicas que se han movido por la mentira, el desmedido afán de lucro y la más absoluta carencia de sentido solidario. Enfrentarnos a esta situación es tarea necesaria, solidaria y de todos. En especial para aquellos que están atravesando momentos duros y problemáticos.
El otoño es tiempo de sementera. En esta tierra que es la nuestra, nada ha de florecer si no esparcimos semillas, en los surcos abiertos de mullida y húmeda tierra y como dice Machado no es patria el suelo que se pisa, sino el suelo que se labra. Yo creo en la primavera, aunque haya que cruzar un invierno más frío y largo que el anterior. Esta primavera, este derecho a la utopía, va a llegar florida, preñada de frutos, cuyo único fin sea solo alimentar. 
Desde mi ventana, en una tarde de lluvia tras los cristales, inquieto por todo cuanto percibo, observador y pensante, os dejo una cita con un mensaje, con la que he querido escribir toda la tarde. Pio Baroja nos decía sobre la esperanza: "Aunque tengamos la evidencia de que hemos de vivir constantemente en la oscuridad y en las tinieblas, sin objeto y sin fin, hay que tener esperanza"
Hasta la próxima semana, hermanos. Que seáis felices.
 La nota de humor:

lunes, 6 de octubre de 2014

La tarjeta del diablo/ PREMIO W.T.M.R.A. 2.014


Aprieto mis labios y contengo la ira, levanto mis brazos sin poder decir basta. Grito del silencio. Dies irae. Grito mudo, confundido en el hartazgo. Voces se oyen arrasando el palacio de invierno, donde se dice la cuna del infierno. (Dies illa solvet saeculum in favilla) Aquel día en que los siglos solo serán cenizas y el infierno será juzgado. Porque en el mundo madre, ya no hay caridad.
Días de ira contenida, de soberbias sin perdón frente al yaciente niño, mendigo y gente que he visto morir con pena y hambre. Madre, el mundo ya no habla la misma lengua, nadie entiende a nadie. La vanidad, avaricia y soberbia han confundido al hombre. Nadie es el nombre de los sin nombre, de los que nacen y transitan hasta encontrar metralla, enfermedad o hambruna que los eleve cual pavesas entre el aire. Los otros, llevan don delante, nacen igual, pero son los que deciden, quiénes son pavesas, quiénes pasarán hambre. 


Ante tanta sinrazón, la palabra ya no vale. Es muda, los oídos sordos. Levantad los brazos, apretad los labios, contened la ira, que en el cielo se dibuje ¡Basta! 
Me horroriza la impavidez, me horrorizo y siento los demonios que en el mundo habitan, mientras el teclado no deja de grabar palabras mudas, para oídos que ya no escuchan, que están sordos. ¿No sientes al compañero, en cada pulsación tuya, gritando help?
El ruido lo he elegido por defensa, a más ruido, más silencio, a más silencio menos escucho, menos me entero. Endiablado pensamiento. Tan endiablado como el dinero. Mientras más tengo más quiero, más necesidades que invento.
No es el sudor de nuestra frente con el que ganaremos nuestro sustento. Sino con una tarjeta opaca que el amo regala por mantener la boca cerrada.
¡Mundo perverso sin límites, donde se dice, la cuna del infierno! Voces se oyen arrasando el palacio de invierno. 

El diablo en su desvarío dijo tantas cosas, que ya puede el mundo reír o llorar su apocalipsis, si a una mujer se le ocurre parir mientras produce. Por dinero, dejarían la maternidad yerma. Olvida Mónica, que habrá un día en que todas las mujeres trabajaremos en libertad. 
Esta embajadora del inferno, apremia a rebajar el salario mínimo a un millón de personas que no sirven para nada.....Cantemos, cantemos...Que los cambios siempre se preceden de cantos. Y la vida es eterna en cinco minutos. 

La vida es Ahora. El infierno debe esperar, arrasad ese maldito palacio y pongámonos a cantar. Que esa bella mañana en la que al levantar la vista al cielo, veremos un mundo nuevo y vientos de paz desde Finisterre a sus antípodas, en oriente y occidente, negros, blancos, mestizos y cobrizos. Una raza multiétnica que alegre el canto y todas las banderas sean del mismo bando. El bando de hombres y mujeres, viviendo en paz, de su trabajo y su esfuerzo, repartiendo entre todos, el alimento que para todos hay. El vino que regala la uva, y no emborracha, el denario capaz de suplir tu necesidad y el puro sentimiento de solidaridad entre hijos de la tierra, que el universo dejó como un regalo de vida. 
Pasada la canícula veraniega, el otoño llegó con vientos, nubarrones y aparato eléctrico. No es para menos, que el cielo proteste con tanto corrupto aún suelto. La tormenta parece a veces diluvio, y no cesa. Resguardado dónde siempre, desde esta ventana al mundo, pregunto ¿Qué ocurre con el mundo? Si es gangrena. Mejor cortar por lo sano.

Hasta la próxima semana, hermanos. Que seáis felices.
La nota de humor:


DE ÚLTIMA HORA : A la hora de publicar y como costumbre tengo, leo los blogs que sigo y me encuentro en elgran8talconegro8ausente.blogspot.com.es premiado con el  PREMIO W.T.M.R.A. 2.014 al amigo y compañero Josetxu Idem a quién desde aquí le felicito y le doy las gracias por a su vez habermelo otorgado cuando me nomina, una vez aceptadas las normas. Gracias a todos y a todas cuantos me leen, a todas las comunidades y en general a Google plus.
Las normas son :
Primero - Pegar la imagen del premio.
Segundo - Escribir lo que sientas, lo que te motiva este premio.
Tercero - Nominar 10 blogs.
Cuarto - Publicar.
Mis nominados:
Marazul Celeste http://mmarazulada.blogspot.com
Siloé Sombra http://siloe-sombra.blogspot.com.es/
QuiQue Alien www.quiquealien.com
Menchi Arbego escribirarena.blogspot.com
Isaías Medina López letrasllaneras.blogspot.com
Alberto Revuelta relatosrem.blogspot.com
José Luis de Valero http://lupushispanicus-devalero.blogspot.com
Virginia pollero natiyshirley.blogspot.com
Ramon Escolano berkowsky-jukebox.blogspot.com.es

Felicidades a todos ellos.
 

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