Creo saber lo que no sé y no sé lo que
debería saber. Confieso que me quedé a mitad de camino, entre el hombre
consciente, confundido entre la masa que no piensa. Todo es raro y
contradictorio, la vida siempre avanza devorando futuro que me desfasa, por más
que piense que estar es igual que ser sin serlo. Abandonados los viejos
axiomas, nada es nada, escrito sea en prosa o verso. Entré en las redes sociales
para "estar". Hoy me pregunto si soy.
Aquellas divertidas soledades, imaginando
juegos que entre nosotros existían, se han convertido en compartidas palabras vacías.
Amigo ahora es, llana manera de decirte hola. La lectura reflexiva y reposada, es atropellada, a saltos o sustituida por un más uno. Hace poco
sonreía observando como en una entrada, iban por delante los +, a las
visitas recibidas.
Leer parece, se lee poco y sobramos muchos escribanos de poca
monta, creyendo tal vez que mostramos al universo mundo "Lo que sé hacer". "Mira lo que como" "Que bonito es donde estoy"
"En el entierro de Cayetana". Yo, yo, yo estuve allí, vi, comí,
felicidad supuesta, y compartida por las redes. Estamos pero quiénes somos.
Masas cada vez más afanadas por cubrir nuestros propios vacíos. Depredadores de
información no contrastada, titular convertido en dogma, vértigo por lo último
y estar a la última, acabado olvido de lo que fue, hace apenas un respiro.
El futuro es esperanza, vida que no cesa y
por apostar apuesto por mañana y por la próxima semana. No estoy en contra de
las redes, ni de la masas que muchos son gentío. Rechazo sí cada vez que el
hombre se confunde, arrastrado por manada en tropel. Busco sólido líder del
pensamiento, consistentes razones, sentido común entre el ruido. Desterrar ese
mundo de ficción que la publicidad y la propaganda que por toda suerte intenta
someter, idiotizando el mundo, el mundo queriendo ser ficción, olvidando su
propia realidad, sus ahogadas necesidades reales. Busco al hombre, al amigo, la
comunicación posible y el arte del sabio.
Atributo del hombre es nacer como ser
inteligente. Inventó el comunismo, el capitalismo, dos visiones contrapuestas
de la vida y del hombre, sin embargo tan parecidas. Un solo pensamiento:
producción y dinero. El día que el hombre supere ese pensamiento, habrá
encontrado otro, más feliz y auténtico, un nuevo hombre más sabio, en armonía
entre lo que sabe y a lo que aspira saber con su esfuerzo, sin más verdades,
que su propia humildad, que es la mejor de las virtudes de quien sabio es.
Las redes sociales, serán es inevitable,
una aldea global, sin fronteras, de hombres sencillos, que les importe más
aprender y escuchar que hacerse oír con reclamos íntimos que debieran estar en
otro ámbito.
Dar sin esperar, escuchar, crear,
inventar, hablar cuando tengas algo que decir que sume, acoger, respetar,
investigar, esperanza y sueño, fantasía para imaginar, cálida sexualidad,
comprensión y diálogo. Paciencia, serenidad y humor. Amor por el hombre mismo
¿Acaso este decálogo de palabras no están llenos los libros de sabios? Desde
Platón, Sócrates, Aristóteles hasta los más actuales. Todos reflexionan de la
vida, todos proponen algo, algo que habla siempre de un mundo nuevo, de
felicidad y de pacto entre muchos, de mundos y pensamientos contrapuestos.
No lo veré cuando desde hace tiempo se
dice, homo homini lupus, maldad humana, egoísmo sin límite y no digo que
no sea cierto, pero no lo único que se desprende de esa magnitud humana. Utopía, pensamiento positivo y mucho
de aprendizaje y alimento del espíritu es lo que necesitamos, contándomelo a mí
mismo, que no estoy escribiendo para dar consejo a nadie.
Que seáis felices hermanos, hasta la
próxima entrada.
La nota de humor:
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